He sucumbido al deleite,
del sueño inventado “por nos”,
ante el dolido sentir que
a mi verso acecha.
Suyo entero arrebatado
es el momento presente.
Amedrentada la dicha
fuerza su sonrisa.
Ante un sol que nos mira
que no entiende nuestra guisa.
Busco en mares de milongas
otra Melania sufrida.
Tal bagaje de caminos
cambien nuestro desatino.
Y en recostar la cabeza
en esa almohada de vida,
los arlequines maestros
en colores de azucenas.
Peinen con hilos de oro
Nuestros hermosos anhelos.
Y en jardines de amapolas
renazca fiel terciopelo.